Confieso que debería hacer un taller de costura (mis remeras me siguen quedando c
hu
ec
as).
Confieso que quiero una
vªritA mágiCª.-*
Que quiero un balcón, para poner
plantas y tener que regarlas todos los días.
Que quiero un departamento, pegado a ese balcón, para poder llenarlo de tazas de
colores, de portarretratos con imanes, de almohadones verdes y de cocinas prediseñadas en Easy.
Confieso que para eso debería tener tanta plata que no tengo que no me alcanzan los dedos para contarla.
Confieso que quiero irme de casa no por mi casa, sino por respirar un aire más propio, más mío.
Pero que, igual,
extrañaría a mis viejos.
Confieso que me gustaría cambiar algunas cosas que
NO puedo cambiar.
Confieso que soy demasiado idealista; que quiero siempre más de lo que tengo; que no sé mirar alrededor.
Que soy ciega,
ciega, ciega.Que me gustaría aprender francés, italiano, latín
y griego.
Que quiero una compu nueva, para poder instalar un windows más nuevo que el 98.
Que quiero una cámara de fotos; que quiero además, saber usarla.
Que necesito
UNA lente de contacto.
Que no la voy a hacer azul, porque no quedaría bien uno verde y el otro azulado, pero que me intriga mucho verme con otro color de ojos o de pelo.
Que sé que hay programas de edición de imagen que pueden hacer eso sin necesidad de teñirme o comprar lentes, pero no los sé usar.
Confieso que quiero empezar
disEño gRáfiCo.
Que creo que me va a gustar mi carrera, que realmente me imagino feliz con este rumbo.
Que tengo
miles de proyectos, la mayoría destinados, seguramente, a ni siquiera empezar.
Confieso que quisiera ser
distinta, que me gustaría esperar menos de los demás, no ilusionarme.
Confieso que extraño a mis amigos y sus locuras, y que no me gusta desaparecerme de la realidad como lo hago.
Confieso que quiero espacio, que no me gusta vivir en un
prisma.
Confieso que me gusta escuchar a la gente, y que a veces se me resbala
la neurona y empiezo a decir cosas que por ahí, en mi sano juicio, no diría; pero extrañamente muchas veces suenan coherentes.
Que me gusta el
azul, y más me gustan
sus ojos.
Que quiero encontrar mi pasión, y hoy por hoy pienso que tanta búsqueda realmente sirvió para algo, y estoy más y más cerca.
Que me gustaría que mis expectativas fueran menos expectativas de lo que son, para acercarse, de alguna manera, a lo alcanzable.
Que mi mejor amigo es una
maza.
Que si no digo que mi mejor amiga también lo es, me sopapea.
Que aunque la nombre, nunca en su vida va a leer esto, o si empieza a leerlo, no llega hasta acá.
Que, aunque parezca obligado, mi mejor amiga
es una maza.
Que los quiero
muchisisísimo, y que también quiero a
mi rubio.
Confieso que soy
feliz, aunque sea de a ratitos, y cuando no estoy encaprichada con algo.
Que me gusta la lluvia, que me gusta el
mate, aunque siempre me chorree; que me gusta hacer fideos.
Que puedo tomar té amargo o dulce en un intento de olvidarme del azúcar.
Que la
miel es linda para endulzar el alma.
Que, como pocas veces, hoy estoy
inspirada.
Que si a esto no le pongo colorcitos, se hace
ilegible.
Confieso que me gustaba más cuando el otoño empezaba el 21 de marzo.