Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

jueves, 23 de septiembre de 2010

Sobre palabras, ambigüedades y juegos.

Los juegos de palabras ("o word games, en gringo") reparan en esas pequeñas sutilezas, ambigüedades y curiosidades del idioma. Y, por qué no, deslices.
Es que sí... ¿Quién no se ríe con los poemas de Torcuato Gemini, por ejemplo, con esas rimas -casi- perfectas? Y recalco... casi perfectas...

"Aunque el sol ya se escondió
no esperes que yo me vaya
amante fiel como yo
otro no... no creo que haiga..."

Podríamos transcribir muchísimos word games que Les Luthiers, a lo largo de sus obras, idearon. Por ejemplo, Terpsícore, Ester Píscore y los diptongos de consonantes, diptongonantes, o, para otros autores, consonantongos... O, cuando Rodrigo Díaz de Carrera hizo pie en tierra de Incas... o sea, hizo hincapié.
Estos juegos del lenguaje -considerados por muchos como una amenaza para la lengua y su buen uso- son generados mediante errores intencionados, y comienzan a tomar forma con Lewis Carroll y sus palabras maleta.

-Nos enseñaban a beber y a escupir, naturalmente. Y luego, las diversas materias de la aritmética: a saber, fumar, reptar, feificar y sobre todo la dimisión.
-Jamás oí hablar de feificar -respondió Alicia.
El Grifo se alzó sobre dos patas, muy asombrado:
-¡Cómo! ¿Nunca aprendiste a feificar? Por lo menos sabrás lo que significa "embellecer".
-Pues... eso sí, quiere decir hacer algo más bello de lo que es.
-Pues -respondió el Grifo triunfalmente-, si no sabes ahora lo que quiere decir feificar es que estás completamente tonta.
Con lo cual cerró la boca a Alicia, la que ya no se atrevió a seguir preguntando lo que significaban las cosas.

Sólo se trata de trabajar en un contexto en que lector las entienda. Doblar las palabras, plegarlas, acomodarlas a nuestro antojo, otorgarles un nuevo significado.

sábado, 18 de septiembre de 2010


553 docentes sin sueldo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

cuando hasta el olor a jabón de mis manos me hace acordar a vos...

lunes, 6 de septiembre de 2010

Tengo problemas para percibirme.

domingo, 5 de septiembre de 2010

si supieras cuánto te extrañamos...
tanto, ¡tanto!