Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

jueves, 15 de julio de 2010

A hielo lento.



Otra madrugada más de frío y tipografía. Sí.

Interletra interlínea tracking kerning intertexto margen smallcaps romanas justificado itálica bold caja alta caja baja línea de base fusión de signos trazo variable superposición serif sans serif espacio del signo ligaduras ocupación de campo aire de los signos disposición párrafo frase palabra etcétera etcétera etcétera and, per se, and.


Después de un recorrido por la historia de la escritura, desde las capitales hasta las góticas, pasando por las rústicas, unciales y carolingias, surgen las humanísticas, simplificando signos y haciendo más fácil su trazado, para lograr una mayor rapidez de escritura, demandada por la necesidad de textos. Y así surge la imprenta, que, basada en la humanística, construye signo por signo tallándolos en madera. Las humanísticas le dan paso así a las tipografías y sus familias, y así surgen las garaldas y las modernas, como Goudy, Didot y Granjon.

Y aquí se detiene la historia, porque es Granjon la que reina en las 28 piezas de la entrega del viernes, porque es la familia que me tocó en suerte para explayarme con mi universo semántico no tan semántico del "castellano".

En la preentrega, mis antagónicos profesores me pidieron calma, a la vez destacando que mi desorden es un desorden particular, un desorden con personalidad... un caos Nontué.

Dominar ese caos, mi tarea, para llegar a la armonía, a la tranquilidad y a la comprensión, condimentado con un poco de simpleza y ejes, y así alcanzar una buena codificación del sistema.

Todo esto me llega a sospechar del caracter psicológico de estos ejercicios, y de las pautas de corrección de los profesores, pero mucho tiempo para reflexionar sobre esto último no tengo, porque me voy a seguir con la entrega.

Dicen que se aprende haciendo, y es por eso que ahora me congelo de a poquito, empezando por los dedos y la nariz, enfriándome, como quien dice, a hielo lento.

lunes, 5 de julio de 2010



azules tus ojos, verdes los míos....

Otro secreto.

Si quiero que se me caiga una lágrima, no me sale.
Por más que me muerda los labios, me pinche el dedo o abra bien grande los ojos y no pestañee, la muy testaruda se queda en la ya vidriada superficie, haciéndole frente al aire, a las basuritas y a mi voluntad.
Después me olvido, y hasta acá todo normal.
El problema es que vienen cuando quieren. Es decir, cuando yo no quiero. En los momentos más estúpidos, más insignificantes o más inentendibles.
Cuando digo (o pienso) algo emocionante, cuando se encuentra la solución a algo o en algunas escenas de películas.
El esfuerzo que tengo que hacer para que se queden adentro, ni les cuento... ¿o qué creen que van a pensar quienes están al lado mío si me pongo a lagrimear porque un equipo de rugby gana en el último segundo con una diferencia de 3 puntos?

domingo, 4 de julio de 2010

Tarde de invierno-primavera.
Tarde de domingo, cargada de humedad y tranquilidad.
Unos nenes jugando en las vías, unas señoras charlando en la vereda, un perro ladrando en una ventana.
Atmósfera cargada, atmósfera de fuego.
Y yo, aferrándome a tu brazo, queriendo que ese aire, que esa tarde, que ese minuto durase para siempre.

viernes, 2 de julio de 2010

me gusta jugar con fuego.

sí, ¿qué mirás?

nada más lindo que ver la llama que avanza, consumiendo la madera del fósforo que pronto dejará de serlo.
y así dejarlo, hasta quemarse los dedos, o que, inerte, caiga hecho carbón.

terrible y hermoso destino.