Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

lunes, 12 de noviembre de 2018

uno, dos, tres

manantial de sentidos,
que cae y purifica mis latidos.
tu boca se hace agua
que moja las orillas de mi cuerpo.
beso tus manos,
tus sonrisas, tus ideas,
como si fueran gotas de rocío
en una noche azul, de isla desierta.
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perderme en tus palabras,
saberte amor, creerte fantasía.
sos libre, somos versos,
que se unen, que se abrazan, que se hermanan
hilvanando poesía.
ardan tus ojos vibrantes y complejos
cada ocasión que brillen con los míos,
abstraigase en el tiempo su vacío,
y perenne, permanezca
tu mirada imantada, magnética,
en la mía un poco más... y nos sorprenda el nuevo día amanecidos en ideas.
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volátil, fugaz, tenue,
cariño inesperado, caótico, gentil
paseo etéreo por mi tiempo,
gorrión que se detiene
sólo un instante, y sigue vuelo.
báñeme tu risa como luz de plata,
porque en ella aprendí del desapego
y la distancia,
y el encuentro.