Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

martes, 5 de mayo de 2020

surrealidad de no salir ni a la esquina,
sin la culpa de estar haciendo lo incorrecto,
inmoralidad de pisar la vereda.

saciedad de la hiperconexión.
las pantallas se hacen aire,
ojos-oidos indiscutibles en este exilio involuntario hacia el adentro.

necesidad de sincronizar las miradas,
de acariciar las ideas con los dedos adormecidos de mañana,
de compartir un abrazo, un mate, la voz...

inmensidad de ganas de amar,
que sacuden el mundo en una pausa.

espesa introspección, intra-aislamiento
en que ruge abismal la incertidumbre
que nos carcome en cada instante que se apelmaza,
deforma, estira y calla
en cuarentena