Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

lunes, 24 de junio de 2019

ayer conocí una canción sin dueño
una inspiración se diluye en un sueño
¿cuándo podré oirla de nuevo?

un lunes sin sol
un caracol sin prisa
una explicación se diluye en la orilla
¿cuánto más va a tardar en llegar?
¿cuándo va a parar de llover?

es momento de echar a andar
y que no se me enreden los pies
sólo quiero dejarme llevar,
volver a creer.
es momento de echar a andar,
creer y volver.

sábado, 8 de junio de 2019

Collage (con los ojos cerrados)

Miro los pasillos infinitos. Detrás de esos ojos, otros ojos. Otras puertas. Laberinto.
Fuego. Arden los poliedros. Vívida la imagen de tus aristas ardientes.
Ciudad invertida. Atardecer que quema hasta la última gota de mis músculos.
Sigo cayendo. Como el sol. Se abren las puertas de la noche. Se despliega la psiquis como una brisa de calma, como un arrimo de mar creciente. Me desdoblo, me caigo en lo azul.
Torbellino que me arrastra en el vértigo, golpeándome con furia como mar embravecido; tormenta, ahogo, repetición de las mismas imágenes, las mismas secuencias una y otra vez. El pulso se acelera, me abofetea la desesperación, siento la asfixia, la tortura, la opresión de mi propia estupidez...el caos, quizás por lástima, quizás por cariño, me lame y me escupe al vacío.
Respiro hondo.
La respiración se serena.
Instante inerte.
Silencio estático.
Levedad.
Debajo mío, espiral.
Pasillos infinitos.
Ojos.
Detras de los ojos, otros ojos.
Otras puertas.
Laberinto.