Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

miércoles, 10 de octubre de 2007

Causas de enamoramiento

¿Por qué nos enamoramos?
(En las siguientes líneas se agrupan por causa las posibles respuestas a esta pregunta.)

a) Porque a veces sí, y a veces no, y a veces no existe un por qué. (causa filosófica).

b) Porque necesitamos alguien a quien querer, pero la razón no elige. (causa sociológica).

c) Porque con sus ojos, cuando te mira, logra ver la trama de tu corazón, y vos te sentís comprendida (causa comercial).

d) Porque juega bien al fútbol. (causa penal).

e) Porque, para desgracia de muchos, uno no tiene acceso al programa de selección de los individuos que tiene el aparato que se encarga de elegir a quién querés. (causa tecnológica).

(A continuación, se procederá a otorgar una descripción de cada causa.)

a) Las causas filosóficas son usualmente abordadas por poetas y vagos que no pueden encontrar una razón para el amor los unos, y no tienen las suficientes ganas de buscarla los otros. Es usada como argumentación recurrente en tarjetas y cartas. Este tipo de causa sigue la filosofía socratiana "solo sé que no se nada", y se divide en dos ramas: la poética, que se inclina hacia la búsqueda de una utópica manera de lograr llegar al conocimiénto; y la vaguística, que agrega a la frase del famoso filósofo "y tampoco me interesa saber".

b) Las causas sociológicas son las más expandidas por la sociedad. Si bien comparte bases teóricas con la tendencia vaguística de las causas filosóficas, las sociológicas son aquellas que establecen un patrón de búsqueda de alguien a quien querer por razones físicas y sociales. Sencillamente no busca una causa, sino que pondera los hechos en sí. Famosa es la frase que identifica este tipo de causas: "Por algo será"

c) Las causas comerciales son las más difundidas en el ambiente adolescente. Se llaman de esta manera debido a las capacidades de vendedor/comprador con que los principales impulsores de este tipo de causa cuentan. Las frases más comunes oídas de estas causas son: "sos la más linda de todas", "si tuviera que elegir entre vos o el mundo entero, me quedo con vos", "te voy a ser siempre fiel", etc.

d) Las causas penales se dan en casos de delitos que infringen la integridad física y - (ah, no). Las causas penales son aquellas en las que se produce un enamoramiento por las conductas que presentan los especímenes al desarrollar una actividad en la que se hallan a su agrado, por ejemplo, el fútbol.

e) Las causas tecnológicas son las producidas por un programa instalado en el cerebro que se encarga de discernir. Sin embargo este mecanismo no es perfecto, ya que dentro de estas puede haber errores de programación que llevan a frases como "como puedo estar enamorada de este alcornoque" o "habiendo tantos hombres justo me vengo a elegir a este?"; los que, igualmente, no son detectados fácilmente, y por lo general las personas suelen darse cuenta años después, gracias al fenómeno social llamado "casamiento".

Sin embargo, recientes estudios han determinado que las causas por las cuales las personas quieren son infinitas y variadas, por lo que todo lo que usted ha leído carece de validez científica.

lunes, 1 de octubre de 2007

Inspiración telegráfica

Hola, ¿qué tal?

Si de repente usted piensa que escribir mientras un polisacárido grita y eleva su espada desde la hoja de tareas pidiendo que su ejercicio sea resuelto mientras el tiempo pasa, reduciendo cada vez más las horas de sueño no es la mejor forma de presentarse, podría admitir que yo opino exactamente lo mismo.

Sin embargo, será por a, será por b, cuando la musa inspiradora canta, no le importa si salió el sol, llueve o es madrugada. Ella sencillamente canta. Está en nosotros prestarle nuestra voz.

Hoy le presto mi voz a mi inspiración, y sencillamente dejo estas escasas palabras para probar que existe, mientras, cansada, vuelvo a mi hoja de ejercicios a terminarlos de una vez, para continuar, como todos los comienzos de semana, con la triste rutina. (¿O nunca quisieron que existieran dos domingos a la semana?)

Adiós!

Mis cordiales saludos, en espera de una presentación un poco más formal.