Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

miércoles, 19 de agosto de 2015

una lucecita que se enciende y que calienta el corazón..
piedra sobre piedra, caminito,
tiempo sobre tiempo,
de a poquito se me alinean las estrellas,
y la fila de tus dientes se hace risa,
y el brillo de tus ojos cicatriza las heridas de pensar
y de pensar lejos de todo.
y se hacen risa, se deslizan,
se congelan y se atizan,
esos miedos traicioneros
se hacen migas, toman vuelo...
y sopla el viento...
desparramo, desapego,
solo queda un cancionero,
y sopla el viento...
y en el fresco de tu aliento
nace esa lucecita
que se enciende y se acurruca,
y es calor, y es noctiluca,
y tiene sol que te acaricia,
y tiene magia que palpita
y tiene dientes que hacen fila,
que sonríen
y tiene brazos que se estiran
para envolverme hoy.