Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

viernes, 12 de agosto de 2022

Juego

a través de la pantalla los poetas,

decadentes, en el siglo equivocado,

se preguntan por cuestiones del pasado

como simples cotidianos menesteres.


la fortuna y el amor les son vedados,

impactando en una errática existencia

que a pesar de sus simpáticas creencias

se desborda con su afán de escepticismo.


¿detendrán alguna vez su andar penoso?

¿en algún fugaz error escandaloso

les será otorgado un cálido destino?


tras los días de penuria y de fracaso

ya vacíos, y en el borde del ocaso

se derraman los poetas, abatidos.





lunes, 8 de agosto de 2022

se desprenden los pétalos.

en una última caricia caen,

suaves, con la delicadeza de la mañana.

los dejo ir, contemplándolos,

con sus bordes difusos

bajo la luz mortecina

mientras me desenredo,

maraña de pelo y pensamientos

 que cede entre mis dedos

y deja deslizar dificultosamente una idea

que se abre paso y se convierte 

en la certeza de tus labios 

que ya no me besan,

en el silencio tus ojos, 

que nunca me amaron.


cae otro pétalo,

tras una breve danza 

se desmaya,

y con un lánguido rastro 

deviene.



jueves, 4 de agosto de 2022

 no siempre todo es lo que aparenta, 

y aunque se vea calma la corriente

y el viento casi apenas que se se siente,

en las profundidades la tormenta 

se gesta, y desde adentro se alborota,

y como un vaso lleno gota a gota,

se derrumba la estructura en cualquier pifie

sabiendo, muy adentro, en lo inconciente: 

la calma solo está en la superficie.