atadas con alambre - diez irrelevancias de miércoles por la noche

-estoy leyendo tres libros en simultáneo.
-me hace feliz escuchar música mientras camino, o mientras escribo, o mientras respiro.
-tengo pétalos de una rosa extraña perfumando un cuaderno.
-a veces no sé cómo reaccionar ni qué contestar.
-me gusta que oniria y realidad sean miscibles.
-mayo no es mi mes favorito. digamos que es el menos favorito de todos, después de junio.
-tocar la guitarra (ahora que mis manos fluyen -apenas- un tanto más) me abstrae tanto como dibujar.
-el tiempo pasa más rápido cuando estoy sentada en los asientos que van al revés en el colectivo.
-tengo mis tres señaladores preferidos en un mismo libro.
-todavía escribo con tinta sobre papel.

por qué escribo?
por qué pienso? por qué busco explicar algo sin sentido?
non-sense!
no creo que esta espiral sea por culpa de la objetificación del sujeto.
es culpa de uno mismo, es uno mismo el que está inmerso en esta red sofocante de pensamientos hilados y enredados ad infinitum. y esto no es la objetificación del sujeto... es la sujetificación del sujeto. es el estar inmersos en esa realidad aparentemente real, producida sólo por percepciones totalmente individuales de estímulos, que son racional e irracionalmente ordenados por el sujeto de la forma en que sus interconexiones cerebrales disponen para la creación de una pseudo experiencia que consideramos propia del devenir humano.
somos sólo mente.
es curioso, hace un tiempo, siguiendo quién sabe qué hilo de premisas y conclusiones llegué justamente a la otra conclusión: sólo somos cuerpo.
y qué importa si ni siquiera es claro que somos!!!!
qué es ser? no sé. no sabemos. qué se supone que es ser? anclarse a esta cadena de presunciones, valores, actos reflejos, actos inconcientes, producto de un castillo construído en el aire???
actuamos en base a supuestos que ni siquiera son claros... desconfío de todo, de la Historia, del Conocimiento, de la Ciencia... -las únicas mayúsculas, y todas intencionales, así como su ausencia-
el fluir de la conciencia es en minúsculas. eso es una verdad.
con qué mecanismo un pensamiento se convierte en lenguaje, y luego en un impulso nervioso que llega a la mano y se extiende a la lapicera para que esta se mueva y deje escrito unos signos que a su vez, luego, pueden ser comprendidos como traducción de esos pensamientos?
es demasiado!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! estamos presos de nuestros propios mecanismos, de nuestros propios actos condicionados, de nuestras propias estructuras adquiridas...
qué es ser?
no sé.
es este espiral fractálico en el que me sumerjo cada tanto, sin capacidad siquiera de estirar los brazos?
qué queda, si desconfiás hasta de tus propias percepciones, pero tampoco te salva una fe infinita en la racionalidad del intelecto?