Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

domingo, 2 de marzo de 2014

Ideas sin palabras, 
palabras sin sentido;
cadencias que no tienen
ni ritmo ni compás.


sentido y destino son anagramas.
podría empezar por sincerarme conmigo misma.
podría empezar por dejarme ser.
                                         de una vez.
podría empezar por cerrar los ojos.
dejarme llevar por tus manos,
                                         por tu risa,
por tu boca de cien canciones.
podría empezar por soltar mis pies
al ritmo de los mil tambores de mi pecho.
por decir mil palabras
sin cuestionarme si eran las correctas.
por leerte diez versos,
por hablarte de nuevo,
por robarte un beso.
por cantar cien canciones que salen de tu boca,
por soltar los mil pies en el pecho atamborado,
por besar mil palabras robadas de tus sienes.

pero si todas las cosas que pudieran ser
fueran,
seguiríamos siendo nosotros mismos?