Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

jueves, 22 de septiembre de 2016

No entiendo. No sé bien qué hacer. Estamos acá, en la misma cama, los tres, y vos tan arisco, tan hosco... Y yo tan ambigua y volátil... Y misu tan cómoda, ondulante, ajena a esta tensión que por momentos se corta a cuchillo.
Tu perfil se dibuja entre las sombras, tu nariz perfecta, tu pelo enmarañado...
y yo, tan ambigua y volátil, me hago aire ante tu peso y me disuelvo con el recuerdo.