Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

domingo, 13 de febrero de 2011

es cierto. cada vez me convenzo más de que no son palabras, sino sensaciones. con las palabras solas, vacías, no hacés nada. cada expresión tiene un backround de sentido asociado, que al salir, se pierde para llegar al destinatario, con sus propios sistemas de interpretación. hablar mucho no necesariamente es comunicarse, dice el nick de mi amiga vale. y es cierto.
porque no son las palabras... sino lo que sentís y siente el otro por ellas.
y sin argumentar ni un céntimo, puedo afirmar que la teoría que manejábamos con un amigo, sobre la correspondencia de sentimientos en un momento de unión, no es verdad.
sencillamente, no lo es.
todos vivimos en nuestra burbuja. alguien que me preste un alfiler.

1 comentario:

Cdlv dijo...

Me gusta lo que hay aquí, veo cosas un tanto"cortázianas" no?

Me quedó, y para mí un mate por favor.

En cuanto a las burbujas estoy completamente de acuerdo, y temo que no hay alfiler para remediar esa cuestión.

Saludos