Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

jueves, 26 de septiembre de 2013

neurosis en flor

Cuando me dijiste que te ibas lejos, lloré.
No me imaginaba un futuro en el que no pudiera hablarte, un futuro sin tu presencia, sin tu voz...
Pero no eras vos. Como fruto de todas mis neurosis, caíste, abandonaste tu nombre y pasaste a ser concepto, a ser medida, modelo, perfección rota que cada tanto contrastaba con su sombra.
Hoy no estás. Y ya no es una cuestión de lejanía. Tu molde quedó vacío, te llevaste tu piel. Por el bien de los dos.
Y sin embargo, cada tanto recuerdo tus ojos.

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