Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

lunes, 18 de noviembre de 2013

Inmersos en una masa-atmósfera de humo nos percibo. En mis ojos cerrados pero abiertos el led azul es el único punto de referencia en torno al cual giran todos los sonidos.
Y entre todos los ojos cerrados pero abiertos están tus ojos, cerrados pero abiertos, y tu cantar hablado, tu dolor hecho ritmo, hecho voz y acordes, voz y canción, voces tensionadas, cromatismos, vos...  el aire se estira y envuelve, como esa nota gravísima del contrabajo, como el mismo humo azul de la masatmósfera, ese aire que entra por tu boca, y sale hecho aliento, te siento por mis ojos, cerrados pero abiertos, y tu pecho que sube y baja, al compás, tu pecho hecho ritmo, porque todo en vos es ritmo, y yo silencio.

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