Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

viernes, 21 de febrero de 2014

giros, giros, giros.
se envuelven y revuelven en la atmósfera cargada de chispas.
como el caracol, como el repollo.
como la escalera de un faro, y el recorrido de su luz.
ciclos... como los planetas, como los átomos. revoluciones.
vueltas.
tiran del hilo y el enredo se apelmaza.

2 comentarios:

NaranjaVerde dijo...

a que te referís con los ciclos de los átomos? Mirá que los electrones no giran alrededor del núcleo como los planetas alrededor del sol eh? Eso es algo que pensó Bohr y se equivocó. Posteriormente con el principio de incerteza, que implica que no podés conocer la posición de algo tan chiquito con tanta precisión, se llega a que a esa escala no podés definir una trayectoria (o una órbita) El modelo atómico de Bohr es muy intuitivo y muy lindo pero está mal :P

non!* dijo...

me caés mal a veces.