Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

miércoles, 16 de julio de 2014

no sé escribir brillante. 
no sé escribir luz, ni tener chispa.
a veces las palabras se me agolpan en forma de sentimientos.
como si un hilito se ajustase alrededor y los estrujara con un nudo marinero
y las palabras, pobrecitas, se partieran, como mis convicciones,
y lo único que siguiera en pie fuera el reproche.
no hay vos. solo un lugar vacío.
un vórtice que se traga hasta la soledad.
¿y cómo puedo, así, escribir brillante?

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