Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

sábado, 8 de diciembre de 2018

que viva la asimetría (y el fin, y el cierre)
que destierra las heridas (quema las dudas).
que viva este desbalance (que me perfuma
las aburridas horas de la rutina).
que viva este torbellino interno que hace
que gire y gire la rueda (y las tempestades),

pues si se detuviera tan solo un día
(do quiera que esté, que viva la asimetría)
el equilibrio sería nada y silencio.
como estos versos la vida no es reflejo
y cuando calla el poeta, el sol y el espejo,
es sombra, luz, infinito, final, principio
que impulsa la peripecia a lares inciertos
(que viva la asimetría, cambio de viento,
tensión que tira del hilo) momento, instante
de súbita inspiración. un salto al vacío.

No hay comentarios.: