Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

lunes, 14 de septiembre de 2020

tantas cosas se nos van olvidando que perdemos el norte con facilidad..

encontrar la felicidad sin buscarla no es algo que vuelva a pasar así nomás


tantas cosas se nos van olvidando... tanto tiempo que se escapa entre las manos!

y tu risa acá, como si nada, sigue igual

en mi sillón, en mi memoria, en mis papeles, en mi historia...


ojalá que te borres como aquella melodía que no pude cantar;

que se disuelvan y hagan polvo los momentos, los recuerdos...

que se rompan los cristales que te guardan, 

y te vuelques en el mar...

que se vacíen los dibujos y hagan lugar para lo nuevo



tantas cosas se nos van olvidando tantas penas que se van desordenando

las miradas, las palabras, las canciones, las estrellas que miramos al pasar

que se borren... que borren y se vayan con el mar

y hagan lugar, como aquella melodía que no pude cantar.

que se disuelvan y hagan polvo los momentos, los recuerdos, las pasiones

las ilusiones que no van más... 

y se animen los instantes a pasar, y contemplar el solcito de la tarde

que dibuja y desdibuja con sus líneas los contornos de lo nuevo.

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