Manual de instrucciones: breve introducción al blog.
Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.
todo lo que late,
todo lo que vive,
todo lo que crece,
todo lo que se ama,
todo lo que busco,
todo lo que creo,
todo lo que siento,
todo lo que digo
sale y se dibuja,
lento toma forma
lento, siempre lento
se dibuja el trazo,
busca recovecos,
llena los espacios
que quedan vacíos
hasta que, despacio,
casi eternamente
se juntan los cuerpos,
se unen los dos cabos
de este hilo enredado
que ata los destinos.
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