Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

domingo, 4 de julio de 2010

Tarde de invierno-primavera.
Tarde de domingo, cargada de humedad y tranquilidad.
Unos nenes jugando en las vías, unas señoras charlando en la vereda, un perro ladrando en una ventana.
Atmósfera cargada, atmósfera de fuego.
Y yo, aferrándome a tu brazo, queriendo que ese aire, que esa tarde, que ese minuto durase para siempre.

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