Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

miércoles, 10 de febrero de 2021

abro un ojo.
el sol de la mañana entra liso y llano por la ventana 
y me ciega brevemente.
mientras las formas empiezan a delimitar sus contornos,
las sombras de las plantas se dibujan en la pared,
y adivino la hora.

se siente el presente en cada forma,
en cada brillo, 
en cada luz que titila dibujando 
el suave movimiento de un helecho,
un malvón o una lavanda.

y en este despertar,
en esta suspensión del tiempo,
se liberan las ataduras de lo viejo,
de lo hirsuto, de lo que ya no es;
se disipa la tristeza, se deshace el velo.

despacito, junto mis pedazos,
los acuno, los abrazo,
respiro profundo,
y, con la lentitud de una caricia,
me dispongo a comenzar el día.





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