"Caris llevaba una capa de color rojo vivo que había heredado de su madre, la única pincelada de color en la penumbra. Merthin sonrió de oreja a oreja, feliz de verla. Habría resultado difícil decir qué la hacía tan bella; tenía una cara rendonda con rasgos proporcionados y regulares, cabello castaño y ojos verdes con motas doradas. No se diferenciaba demasiado de otras tantas jóvenes de Kingsbridge, pero llevaba el tocado inclinado en un ángulo desenfadado, se adivinada una inteligencia burlona en sus ojos y lo miraba con una sonrisa picarona que prometía inciertos aunque seductores placeres. Se conocian desde que eran niños, pero apenas hacía unos meses que se había dado cuenta de lo enamorado que estaba de ella."
Un mundo sin fin
Ken Follet
Ken Follet
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