Tengo un recuerdo... uno tan bonito, de un muchacho etéreo, hecho de aire. Una de esas personas que cuando las ves no sabés si están acá o en todas partes.
Y en este punto, mi recuerdo se vuelve frase.
Esa frase que rebotó contra mi incredulidad y quedó flotando, hasta que todas las piezas cayeron en su lugar, y él, el muchacho de aire, se fue.
En junio todo es posible.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario