Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

lunes, 25 de octubre de 2010

Sueño

Qué extraño que es despertar con una sensación tan vívida como un beso.
Como un beso prohibido. Un beso equivocado, un beso descolgado, desubicado espacial y temporalmente.
Quién sabe de dónde saliste para aparecerte así de la nada, y subirte a mi colectivo y abrazarme, y antes de irte, plantarme un beso en media boca.
Quién sabe de dónde saqué yo las ganas de regalarte la otra mitad.
Qué extraño. Aunque en sueños, besé la boca de otro hombre.
Nada mejor que los sueños para liberar el inconciente.

No hay comentarios.: