Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

martes, 24 de junio de 2008

Preludio de invierno

"Los días empiezan a ser más largos", dijiste, y de repente mi mente cayó en que ese día empezaba el invierno. Hubiera jurado que ya estábamos bien adentrados en la estación del frío; pero una vez más habría estado equivocada.
Después de medio otoño lleno de sequía y de hojas desparramadas por el viento, llegó la lluvia, al principio esporádica y fugaz, y luego más tormentosa y fría, que fue marcando el preludio de invierno en sol menor. Después de días templados cortados bruscamente por otros de frío intenso, llegamos al equinoccio de junio en nuestra tierra, que nos anuncia que si esto nos parecía mucho, todavía puede ser peor.
¿Qué nos espera de este invierno, cuántas camperas tendremos que guardar en el placard?
Quizás a mitad de agosto empiecen los vientos templados, y la primavera anuncie su llegada antes de tiempo.
Quizás un día te despiertes y al mirar por la ventana -luego de limpiar el vidrio empañado- descubras que lo que el día anterior era una calle, ahora toma forma de río caudaloso.
Quizás, otra vez, como en el julio pasado, la nieve se corra de territorio y nos envuelva en un blanco hálito helado sin necesidad de viajar hacia ciudades del sur.
Quizás sí, y quizás no; queda entonces esperar la primavera...


-Y eran sus palabras tan tristes, que parecían tiritar por el invierno...-

No hay comentarios.: