Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

domingo, 15 de agosto de 2010

Confusiones de invierno

La encontré mirando el piso mientras esperábamos las pizzas. Yo estaba un poco avergonzada por haber entendido mal el código gestual y haber conseguido diez litros de gaseosa en vez de cuatro de jugo. Seis litros de diferencia... Y en eso estaba cuando su brillo me llamó la atención desde un cantero vacío, y no tuve más que levantarla para, a pesar de la vergüenza y del mal cálculo, sonreir.
Igual un poco se me fue la sonrisa cuando me di cuenta que era una tuerca y no una arandela, pero la voy a poner en un collarcito, por ser mi arandelatuerca de cumpleaños.
Recién se me cayó y creí que la perdía, pero la atajó Cortázar.

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