Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

sábado, 19 de diciembre de 2020

¿danzarán las luciérnagas, caerán flores de tilo?
¿lloverán las estrellas, abrirán los jazmines?
¿correrá el agua fresca, serán atardeceres
de colores tan bellos que se inunden los ojos?
¿se mojará la tierra con la lluvia de agosto,
o caerán las nevadas de un invierno tardío?
¿se anudarán las olas en una danza brusca,
o será el horizonte un reposo tranquilo?

¿de qué sirve preguntarse por posibles destinos
si es tan fuerte la inercia que gobierna los días:
el sillón, el desorden, la siesta, el café frío,
el ventilador fuerte, la luz, el amarillo,
los mates, los domingos, y esta inconclusión
que lenta se acomoda
disfrutando el confort de la desidia?

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