Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

martes, 29 de diciembre de 2020

cuando por fin atardece la recta del horizonte
cae el límite del día, y se oscurece la noche.
cuando la luna perfila (circunferencia perfecta)
lenta acompaño tus pasos por los caminos de arena.
cuando la noche aparece (circunferencia de luna)
también nos siguen los pasos lo que me abruma.
por callecitas de viaje, tierrita seca y arena,
andando bien despacito nuestros caminos se acercan.
casi como paralelas que van juntas y no cruzan
es tu deseo y el mío intersecciones que nunca...

cuando la noche es profunda, cuando la luna ilumina 
se me complican las cuentas. se me hace agua la lírica 
y solo queda lo crudo, lo sutil, y el torpe intento
de que se alineen sentires, se vuelvan calmos y ciertos...
y que quizás, en un tiempo,
en otra calle de tierra,
con otros atardeceres,
o con otra luna llena
se vuelva más claro el cielo, 
y más livianos los pasos
alguna tarde de enero.


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