Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

sábado, 28 de marzo de 2009

Divagaciones III - Sobre compromisos y realidades

Comprometerse con la realidad no es fácil.
Comprometerse es interesarse, buscar, preguntar, estudiar, analizar, catalizar, debatir, formar una opinión y seguir nutriéndola, cambiándola, modificándola, mejorándola, como ese dibujo colgado en el atril, que cada vez que uno pasa cerca le agrega una rayita o corrige una sombra.
En ese orden.
Comprometerse no es tragarse el gusano masticado que nos ponen en el pico; comprometerse es encontrarlo nosotros mismos y masticarlo sin ayuda de nadie.
Comprometerse es tener conciencia, y usarla.
Es no dejarse llevar, es expresarse libremente, usando la tan nombrada libertad de expresión.
Es digerir la historia, intentar entenderla.
Es aprender a diseccionar las experiencias ajenas, a valorar lo que otros vivieron y arriesgaron cuando se comprometieron.
Es valorar. Valorarlos. Valorarnos.
Es hacer lo que decimos y decir lo que pensamos; pero fundamentalmente es pensar.
Comprometerse con la realidad no es fácil, no, pero es necesario.

1 comentario:

valeee dijo...

es necesario y si, necesito, y eso de sentir pasión, enamorarme con algo que no sean ilusiones ni ideas sino realidades y sueños a cumplir