Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

jueves, 26 de marzo de 2009

A fuego lento


Hasta la más común de las motas de polvo se vuelve un descubrimiento cuando aprendemos a mirarla con otros ojos.
Gracias por prestarme los tuyos, gracias.



Gracias por tus sorpresas y por tus risas,
gracias por tus torpezas, por entender las mías.
Por quererme siempre con gusto a azúcar,
por colgarte conmigo hasta de un nenúfar.
Gracias por habitar esta fantasía
de querernos un poco más día a día.

.
.
*

Y mientras tanto nuestro amor,
amor,
se cocina a fuego lento.

No hay comentarios.: