Clic.
Un clic.
Un clic y todo lo que hasta ahora tenía valor de verdad desaparece.
Un clic, y la vida misma se invierte y, cabeza abajo, sacude sus bolsillos.
Un clic, y caen arandelas, momentos, chapitas de gaseosa, sonrisas, miradas, anhelos, deseos y supersticiones.
Un clic, y vuelta a empezar.
Clic.
.
.
*
cuidate Nontué.
1 comentario:
ey, no! Si se te caen las cosas yo te las agarro antes de toquen el suelo!
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