Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

martes, 23 de noviembre de 2010

Para vos.




Llueve en nosotros, vamos despiertos,
vamos descalzos, vamos sin sueño.
Yo tambaleo, y vos, de momento,
sin rastro alguno te fuiste lejos.
Clavado en medio mi cerebro
como una astilla yo te retengo,
como un recuerdo, como una flor,
de esas prensadas de mi cuaderno,
de esas que pierdo, de esas que encuentro,
de esas que nacen en tus silencios
y mueren tristes, y mueren lento,
y mueren tantos recuerdos nuestros
que me persiguen, y más no quiero
cambiar tu rostro ni tus desvelos,
son estos sueños los que yo anhelo
y los deshago y los echo al viento,
como tus ojos, como tu pelo,
como tu risa y todo tu cuerpo,
se desvanecen, se vuelven muertos,
te miro fijo, yo tambaleo,
y vos que estabas ahí al momento,
te fuiste lejos, te fuiste entero.

No hay comentarios.: