Manual de instrucciones: breve introducción al blog.

Hola, bienvenide.
Si llegaste acá por pura casualidad, quedate, pasá. Te cebo un mate mientras te explico cómo interpretar el desorden ordenado (sí, mi cabeza piensa que eso es, en alguna escala, orden) que anida en este blog.
No hay función apelativa. Quedate si querés. Yo te invito, pero podés decir que no. Lo que sigue son sólo palabras sueltas. Propias, y ajenas.
Tomá un mate. Y si no te gusta, un té. Y si no querés, un vaso de agua. Y una galletita. Si te vas, sin mirar nada, por lo menos no te llevás el estómago vacío.

lunes, 14 de julio de 2008


Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de la calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.

Historia.

Julio Cortázar

3 comentarios:

Sub-Versiones dijo...

Muy buena onda!!!!
Lo de Julito es único, es puramente magia surreal (muy dulce y luminosa) que se fusiona con la realidad cotidiana de una manera imperseptible. Es un placer leer a Julio.

Sub-Versiones dijo...

Ah, lo de buena onda es para tu blog, despues lo voy a leer tranca, pero a una primer lectura me gusta!!!

lucia dijo...

una pregunta alguien me podria explcar qe es s un cronopio? y de qe se trata esta historia?